UN RECREO PARA NO OLVIDAR
UN RECREO PARA NO OLVIDAR Durante el recreo Juanequín y sus compañeros jugaban con la pelota en el salón de clases. Ante tal griterío, el auxiliar Pedro asomó a la ventana para ver qué sucedía. Juanequín, para evitar el castigo tiró la pelota al tumbadillo del salón por el pequeño tragaluz de la esquina, pero, uno de sus compañeros le delató el hecho. _ ¡Juanequín, en este instante subes y sacas la pelota que escondiste allá arriba! Dijo el auxiliar. _ Claro que sí. Procedió el muchacho. Apiló dos mesas y se trepó por el agujero perdiéndose en el polvoriento hoyo. Todos sus compañeros reían alborotados. En ese instante ingresó la profesora Gloria. _ ¿Qué es todo esta batahola? ¿Todos a sus sitios! _ Perdone maestra Gloria, lo que pasa es que… Todavía estaba hablando el auxiliar, cuando la profesora le interrumpió. _ Sobran las explicaciones, sé perfectamente lo que está pasando. El auxiliar, sin decir una palabra más, se retiró del salón. Todos quedaron absortos y e